Cuántica Romántica, quiero enredarme en el silencio inteligente.

Quiero enredarme en el silencio inteligente, hace tiempo, con vos.

               Dejar el mundo apagado afuera, y perdernos en el nuestro, encendido.

               Unirnos a todas las voces y pensamientos y miradas inteligentes que se esparcen en el mundo en ese momento, afuera, en el mundo que dejamos apagado, y expresarlo en el enredo de nuestros cuerpos, el nudo de nuestras miradas sonrientes, sanadoras, destellantes.

               Quiero, pero andas dando vueltas por ahí, camuflada, jugando a encontrarme.

   Te digo una cosa, ando camuflado de mundano, de normal, de simple. Misturándome divertidamente con todos, haciendo una vida pensada y sentida con el corazón, gastando el presente apasionadamente, en las noches que me siento a sentir el futuro, donde en algún rincón flotando en el eter que construye amores y silencios y alegrías, estás.

 

  No te espero, como esperar a quién no sé siquiera a quién le escribo. Sólo leo lo que algún día te leere, y volveremos sonriendo puros, quizás, la mirada a nuestra cama donde imaginaba y sentía la magia de nuestros cuerpos enredados, extasiados, de un amor antes latente y ahora viviente, y correremos hacia la cama, a vivir aquello una vez más, juntos, contentos, encendidos. Agradecidos por apagar el mundo, para librar la pureza.

(Abril 2010)